Hoy tocaba con el último estreno de la temporada, la camel-bag, en los estrenamientos ya la había utilizado, ahora tocaba estrenarla en una carrera oficial.
El tiempo no acompañaba, ya se sabía que llovería, pero tuvimos suerte. Unos cinco minutos antes de la salida, paró de llover. Mucha humedad y una temperatura , 9ºC, ideal para correr, iba bien abrigado, la térmica, una camiseta de manga larga y el chubasquero del ATM, que me regaló Patxi, cuando fui a Madrid a correr por la Casa de Campo.
En la camel-bag, llevaba 2 litros de líquido, me encontraba muy cómodo, como si no llevara nada en la espalda. Los resultados de la carrera fueron los siguientes:
Tiempo total: 57:39, ritmo medio: 5:40 min/km, FC media: 163 ppm.
Los dos últimos km, me encontré bien y apreté un poco más el ritmo, un 5:23 min/km y un 5:31 min/km respectivamente.
Al final, buenas sensaciones, la camel-bag no molestó para nada, las bambas bien, y lo que iba más preocupado era, si aparecía o no, el dolor de las lumabres que luego irradia a la pierna derecha, pues nada de nada de dolor, y eso que había mucha humedad.
En el siguiente link de Garmin están los datos de la carrera:
El recorrido de la carrera de 5 km y 10 km
Las divisiones en la parte final de la carrera.
Lo novedoso de esta carrera, a parte de ser nocturna, era que para reponer energías te invitaban a una fideuá, pero había que hacer tanta cola para coger un plato, y el tiempo que perdías que no valía la pena. No se podía estar tanto tiempo parado, sudado y cogiendo frío para un plato de fideuá. Al menos los que hacíamos la carrera de 10 km no nos lo podíamos permitir, los de 5 km si se lo podían permitir.
La pinta que hacía después de la cursa.
Salut i Cames.
Hasta mañana.
OSCAR TUTUSAUS
